jueves, 25 de octubre de 2012

Además de padre, comadrona - Crónica de un día inolvidable

06/08/2008

Ayer tuvo lugar un acontecimiento muy importante para Iderci Reyes González, que dio a luz a su hijo de madrugada nada más y nada menos que en un taxi.
Este hecho nos lo cuenta Juan de los Santos, cuñado de nuestra protagonista, que estuvo a su lado en todo momento.

Mi cuñada estaba embarazada de su tercer hijo y ya había salido de cuentas, así que sabíamos que en cualquier momento se podría poner de parto en cualquier momento.
En todo el día de ayer no tuvo contracciones hasta que, por la noche, mientras dormía, sintió una muy fuerte. Mi hermano (es decir, su marido) y yo nos encontrábamos en el salón jugando a la "Playstation" cuando vino y nos avisó. Nosotros habíamos estado muy pendientes de ella durante todo el embarazo e insistimos en llamar a una ambulancia, pero ella pensó que en un taxi llegaríamos a tiempo. Cogimos el taxi en Cuatro Caminos y nos dirigimos al Hospital Doce de Octubre, pero a a altura de Atocha, rompió aguas y le pidió al taxista que parara porque el bebé iba a nacer.
El taxista y yo estábamos nerviosos y llamamos al Samur, pero Óscar (mi hermano) Acostó tranquilamente a su mujer sobre el asiento trasero y se dispuso a actuar como un médico.
Aunque yo estaba muy nervioso, sabía que en un futuro este acontecimiento sería digno de contar.

Cuando el Samur llegó, eran aproximadamente las tres de la madrugada y el bebé ya había nacido.
Según la supervisora del turno de noche del Samur, Paloma Rey, el bebé nació bien, de manera natural y rápida, a diferencia de sus dos partos anteriores que habían sido más largos. El Samur les traladó al Hospital, adonde llegaron en perfecto estado. Durante el trayecto le cortaron el cordón umbilical, ya que Óscar prefirió esperar y dejárselo a los profesionales ya que podría resultar peligroso.

Para mí, mi hermano es un verdadero héroe, y no solo por salvar al niño y a su mujer, sino por mantener la calma en una situación como esta.
                                      

jueves, 4 de octubre de 2012

Cambiando de registro

En este texto que pongo a continuación tengo que cambiarlo de registro,es decir, el texto está en registro informal y yo lo transformaré a registro formal. Primero pondré el texto informal y después mi resultado:

 ¡Qué gozada, tío! Que casi se mete escalera arriba el tío, ¿no? ¡Cómo vendría el tío!, ¿no? Por lo menos a ciento cincuenta. ¡Qué bárbaro! ¿no? Casi nada, una castaña de campeonato, ¿no? Cuando lo vimos, todos ¡Jua, jua, jua! y el Roque, como siempre, dijo ¡Récord! Y todos: "Jua, jua, jua". Una vieja de ésas que todo lo encuentran mal va y nos suelta lo de siempre: "Que no hay respeto" "¡Qué juventud!"

Y ahora el registro formal:

¡Menudo accidente! El chico del coche blanco iba por lo menos a ciento cincuenta kilómetros por hora y por la velocidad se ha incrustado en las escaleras de la finca. Había numerosos testigos y un joven gritó: ¡Récord! y los demás nos reímos, pero una señora se nos acercó y nos dijo: "Que no hay respeto" "¡Qué juventud!"

Aquí os dejo también otra tarea que tenía en la que había que "culturizar" el refrán de:

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Y mi refrán "culturizado" es:

A notable conocedor, con escasos términos alcanza.